viernes, 22 de enero de 2010

¡Aguas! Se nos va el agua...



De forma inequívoca habremos de admitir que el calificado como "líquido vital" es nuestro recurso menos valorado. Por todos es conocida la fundamental importancia que ésta tiene para mantener lo sustentable del planeta y de nuestro propio organismo... y aún así seguimos de forma consistente dañando los mantos acuíferos.

Cómo se nota que no hemos carecido de ella aún lo suficiente... bondadosa tierra que todo nos da. Valdría la pena preguntar a aquellos que diariamente deben cargar sobre sus hombros cubetas con el preciado líquido que pueden soportar sus espaldas... o vivir esperanzados por que lleguen aquellos que venden el litro como a precios inimaginables sin saber con certeza el momento en que habrán de regresar.

¿En que momento perdimos la conciencia del valor de la vida? Utopía para muchos y sin embargo, aspiración de todos. Le asignamos valor al petróleo, expresión de nuestro propio debacle. Este insumo del "avance tecnológico", en sí mismo es resultado de la descomposición de la vida y que la consume a su paso. "El oro negro", preocupados nos encontramos todos, sin reconocer que esta nunca ha sido nuestra mayor riqueza, hoy esta cuestionable fuente de riqueza se encuentra en el inicio de su debacle previo a su extinción.

Hoy invoco a la nación con el objeto de orientarnos a generar nuestra riqueza a partir de armonía y administración global, colocando nuestro quehacer científico, de innovación y desarrollo en la punta como una sociedad de cambio, superando nuestras diferencias individuales y fortalecer la cohesión como sociedad, por medio de la tolerancia.

Existen individuos para quienes la palabra: imposible, es parte cotidiana en su vida y, por otra parte, existimos otro gran número de personas que en cada espacio vemos una oportunidad.

Iniciemos haciendo un uso adecuado del agua en nuestros hogares, evitando juzgar a otros, siendo consientes del valor que tiene para la vida y a partir de esto atesorarla. Lavando los trastos, la ropa, sustituyendo regaderas y sanitarios

viernes, 15 de enero de 2010

El éxito del indivíduo


Pereciera que el llamado "éxito" fuera labrado a través del sufrimiento de otros.

Otros, aquéllos ajenos a nosotros. Las personas que no comparten, ni funcionan para nuestros propósitos, recursos prescindibles una vez que han cumplido su objeto de uso en nuestro beneficio. Al declararlo, resulta inaceptable: el concebir que las personas reconocemos el éxito del individuo, en aquél quien falto de conciencia, presumiblemente, obtiene sus beneficios a través de dañar a quienes le rodean. Por absurda que parezca esto es lo que atesoramos y transmitimos de generación en generación.

En el México del siglo XXI, quienes ostentan el poder de decisión son reconocidos como "líderes exitosos" en cada una de sus actividades. ¿Líderes? ¿Exitosos? Cuál título nobiliario ostentamos los títulos de "Presidente", "Secretario", "Director", "Gerente", etcétera. Seguros estamos que esa denominación nos brinda "poder" y faculta para someter a toda persona a nuestro rededor; actitud bajo el cobijo de la administración.

Los Empresarios y Directores Generales son administradores exitosos. Afirmación bastante alejada de la realidad, sería interesante conocer a una persona quien a través de la Ciencia Administrativa fuera capaz de dar cumplimiento a ella y debatir sobre la misma, esgrimiendo ideas y pensamientos, cuestionando lo escrito y aquello que en la práctica es "normal"; efímero sueño me parece; sin embargo, aquí estoy de pie.

Hoy frente a los resultados no reconozco a los administradores exitosos, aquellos líderes de cámaras, presidentes y orgullosos directores de empresas, sólo individuos que buscando ocultar su falta de capacidad, la justifican con acciones evasivas y en perjuicio de los otros. Votos habríamos de hacer por ser individualistas, aspecto sumamente alejado a ser cobardes y deshonestos; el reconocernos como individuos habrá de permitirnos conocernos y ubicarnos como miembros de diferentes grupos y determinar el impacto de nuestras acciones. No se nos pide más, sólo realizar lo que nos corresponde dentro de la comunidad a la que pertenecemos, conscientes de nuestras acciones, decisiones y los precios que habremos de afrontar por ellas.

Se dice que a través de la administración se delega autoridad y se comparte responsabilidad. Eso versan los autores clásicos. Hoy cuestiono esos argumentos.

jueves, 14 de enero de 2010

Lo ordinario de la sociedad


¿Qué es lo ordinario de la sociedad?

Empezaré mencionando que la sociedad no es un todo, sino la suma de la individualidad de todos quienes la conformamos. Y la tolerancia aquello que permite su existencia.

Posiblemente y para muchos, un concepto ordinario; y sin
embargo, tan extraordinario que nos recuerda de forma cotidiana que hemos sido incapaces de acuñarlo a lo largo de nuestra historia.

Resulta interesante reconocer que aquello que de forma despectiva llamamos primitivo es mucho más civilizado, que lo que denominamos como un comportamiento contemporáneo. Las personas que nos antecedieron se reconocieron en lo individual y como elementos de un todo.

Hoy, faltos de toda conciencia sobre nosotros mismos y de nuestro entorno es que caminamos. Como seres inanimados es que pasamos uno al lado de los otros, sin vernos, ni reconocernos, cual sombras amorfas, alejadas de la luz. La vida, nuestra vida, se nos pasa cual el caudal de un río frente al paisaje pintado con ocre, esmeralda, azul y rojo, colores apasionados que brindan amanecer, plenitud y crepúsculo a quien se toma el espacio para agradecer.

Para muchas personas existe la creencia que aquello que nos separa de los demás seres vivos es nuestra capacidad de razonar, pues habría de ser cuestionada esta fantasía. El único aspecto que nos aleja de ellos es: Nuestra capacidad y persistencia por la autodestrucción.

Ante este hecho tan común y ordinario de la sociedad, mi búsqueda es y será: ¿Cómo desestimar esta situación y estimular la conciencia colectiva a través del individuo?

Hoy, como siempre: frente a la mar, el viento, la tierra y el sol; me vi llorar y reír, victima y victimario; espejo de lo cotidiano de la sociedad.

lunes, 4 de enero de 2010

El vaticinio del 2010: Hoy


"¿Por qué tengo que creer que un subsecretario es más real que un sueño? [Jorge Luis Borges]

¿Qué buscas al escuchar y leer datos e información? Nuestra grandeza como personas reside en la conciencia que tenemos de nosotros mismos en comunión con el entorno. Parafraseando a John F. Kennedy, no debemos preguntarnos qué puede hacer nuestro entorno por nosotros; sino, que podemos hacer nosotros en favor de el.

"Sólo hay una guerra que puede permitirse el ser humano: La guerra contra su extinción" [Issac Asimov]

Atender los mensajes bizarros enviados por irresponsables pseudo comunicadores y mercadólogos, es tanto como entregar nuestra voluntad como seres humanos a otros. Debemos entender que esperar a que otros se hagan cargo de nuestra vida es tanto como aceptar la propia esclavitud a manos de un tercero, renunciar voluntariamente al uso de lo que el universo (o el ser supremo que cada quien reconozca) nos brindó es verdaderamente ridículo y sin embargo, somos testigos y participantes silenciosos de esta tragicomedia.

Cotidianamente escuchamos, leemos y percibimos el malestar de todos quienes habitamos el orbe; sin embargo, pocas o nulas acciones son las que realizamos, o en las que participamos, por generar un cambio.

Habremos de reconocer que el quedarnos inertes ante nuestras manifestaciones de malestar e inconformidad, es el mecanismo que hemos elegido para incrementar nuestra frustración ante la vida y, el medio que justifica nuestra falta de conciencia frente al entorno.

Es la cerrazón de la que somos presa, nuestra prisión; buscamos respuestas en los demás, mientras que somos incapaces de reconocerlas en nosotros mismos. Miedo, si el terror de sabernos capaces por ser responsables, más allá de señalar y culpar a otros de nuestras propias decisiones; pues como alguna vez escribí: "El decidir no hacer nada, por si misma es una decisión consiente..."

Por todo lo expresado, en palabra: verbal y escrita, hoy los incito a ejecutar acciones que apoyen mejores predicciones para este 2010.

1) Colaborar en la generación de empleos. ¿Cómo? Sencillo optemos por productos y servicios generados por empresas 100% mexicanas, exigiendo los mejores niveles de calidad y atención. Si tenemos la oportunidad desarrollemos fuentes de empleo o sumemos nuestras habilidades y talentos con quien se compromete en hacer de nuestra patria un mejor lugar para vivir.

2) Compartir su conocimiento a través de acciones. ¿Cómo? Lleven a la cotidianidad la práctica del civismo; el conocimiento o educación que no se lleva a la práctica es como un documento que no se consulta. Ceder el paso, atender a una dama, generar distinción por edad y sexo, aseguro que nos brindará un mejor lugar de convivencia.

3) Generosidad con el universo. ¿Cómo? Siendo consientes de nosotros mismos ante el entorno, es necesario que seamos responsables sobre las consecuencias de nuestras acciones frente a todo lo que nos rodea. Separar nuestra propia basura y mejor aún reducirla, es empezar.

Es posible participar en generar un cambio real, dejando de culpar a todos y a nadie. Realizo votos por sumar voluntades, que por mi parte seguiré EJECUTANDO ACCIONES.

"El hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida" [Platón]