jueves, 27 de mayo de 2010

¡Mexicana, en tierra!



Lamento que, cual profeta, hoy me parezca escuchar: "¡Mexicana de Aviación, en procedimiento de aproximación a tierra!". Ya han transcurrido cuatro años desde que exprese que la industria hotelera difiere de la aeronáutica y viceversa.

Aún con el hecho de tener conocimiento de la situación que guarda la industria y la situación económica de la aerolínea, el manejo que brindan Jorge Ramos y Alejandro de la Rosa "Excélsior", y posteriormente, Carlos Fernández-Vega "La Jornada", no pude más que sorprenderme; donde afirman un rescate de la empresa a través del Banco de Comercio Exterior por parte del Gobierno Federal.

Una vez que esta información se dio a conocer, fue la acción de los medios de comunicación y las redes sociales las que generaron presión sobre el escenario, obligando a un rechazo de la operación por parte del BANCOMEXT, que reseña Alberto Barranco "El Universal".

En una evidente maniobra por parte de su agencia de relaciones públicas, Mexicana de Aviación emitió un comunicado donde buscó separarse de la idea de rescate y presentarse fuerte ante el mercado, mismo que es tratado por la "Agencia EFE" y "Excélsior".

Las muestras de alegría y regocijo por la negativa no se han dejado esperar así consta en lo mencionado por Notimex/MCH "El Financiero".

Evidente es que la situación de Compañía Mexicana de Aviación, S.A. de C.V., no es un hecho aislado y que ante sus consecuencias (cualequiera que estas sean) estaremos expuestos todos. Todo esto solo es: "La punta del iceberg" ¿Tendrán la capacidad de ver el escenario completo? ¿Tendremos la capacidad de evidenciarlo y ayudar, o solo seguiremos señalando sin hacer nada?

miércoles, 28 de abril de 2010

Cultura -> Educación -> Civismo




El antecedente etimológico de la palabra lo encontramos en el latín civis, vocablo que evolucionó y reconocemos hoy como: ciudadano. Considerando lo anterior, es razonable decir que el civismo alude a la interacción que se práctica entre los miembros de una comunidad.

Necesario es que nos respetemos, así como al entorno del que formamos parte. La conducta cívica del individuo es, por encima de todo, la cultura de convivencia pacífica y solidaria, del compromiso individual hacia una sociedad y el entorno donde se desenvuelve.

Fue en tiempos de Aristóteles que la educación se vinculaba directamente con la civilidad del individuo, considerando que la educación se manifestaba en la capacidad de traspasar “la individualidad” y brindarse para el bien de la sociedad.Nuestra sociedad es un aglomerado de seres humanos que sobrevivimos en urbes: edificada con acero, cemento, cristal, plástico y otros materiales. Generaciones de individuos, quienes hemos olvidado que el componente más importante en estas imponentes ciudades somos las personas que en ella convergemos. Es a través de la difusión del civismo, que habremos de mejorar nuestra convivencia social y la interacción con nuestro entorno.

Resaltaremos lo fundamental de la civilidad para lograr la práctica del ciclismo urbano, no por que sean acciones exclusivas sino por ser desconocidas o ignoradas por el grueso de la población.

Consideremos la definición ofrecida por la Real Academia de la Lengua Española en su versión pública difundida a través de internet (www.rae.es).

Civismo. (Del fr. civisme)
  1. m. Celo por las instituciones e intereses de la patria.
  2. m. Comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública.
El civismo nos invita a que dejemos a un lado el egoísmo de nuestras acciones individuales, pensar en función a los demás, y considerar como te gustaría que un tercero actuara para contigo. Reconozco lo difícil que es esto, pero también reconozco la satisfacción que genera ser una persona diferente. Generemos cada uno de nosotros la diferencia en la vida de otra persona al ser conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor.


PuraCleta...


En cuantas ocasiones nos hemos manifestado en contra de la sociedad (de la que somos parte), lanzamos atropellos por el caos vial, la contaminación, la corrupción, el abuso del entorno, y otras acciones parecidas de las que hemos terminado siendo parte.

Durante toda nuestra vida hemos sido testigos silenciosos del caos que evoluciona día tras día en nuestra sociedad, la concentración de personas en grandes ciudades; mismas, que por negligencia de aquellos a quienes confiamos su gestión, carecen de planeación para brindar de calidad de vida a quienes las habitamos, sumado al deterioro que en nuestro convivir nos hemos permitido como personas, han generado el preámbulo de una situación insostenible entre nosotros y nuestro entorno.

Es en la reincorporación de la bicicleta al paisaje de la ciudad, como vehículo alternativo, que vemos un mecanismo para aliviar algunos de los muchos padecimientos que adolecemos hoy en día.

El ciclismo urbano, lo habremos de entender como la práctica, uso e implementación de la bicicleta como vehículo de transporte dentro de los límites que alcanza una ciudad y cuyo actuar, se encuentra condicionado por normas cívicas orientadas a salvaguardar la integridad física de quienes lo usan y su interacción con su entorno de ciudad.

Por lo anterior, entendemos que nada se aleja más que la competitividad deportiva del ciclismo urbano, la práctica de velocidad y acrobacia son conceptos extraños para el área de aplicación que tratamos; sin embargo, la diversión, educación, convivencia y conciencia de nuestro entorno, son aspectos comunes en cualquiera de las áreas de aplicación de este vehículo.

Al extender y tener empatía con el uso de la bicicleta, colaboraremos en generar una sociedad diferente, percibamos nuestra capacidad de influir de forma positiva en nuestro entorno y por ende, mejorando nuestra calidad de vida.

Tomemos la oportunidad de ser parte de la solución, brindemos a otros la oportunidad de conocer: un vehículo elegante, que nos habrá de impulsar a tiempos más civilizados.

viernes, 26 de febrero de 2010

Mexicano... ¡Reforma!... ¡Hoy!


México se encuentra hoy de frente a una coyuntura, un punto en el cual los individuos que cohabitamos este país tenemos la decisión de iniciar una transformación, en palabras del comunicador Pedro Ferriz De Con "Una revolución del intelecto", que constituya una nación de ciudadanos.

La propuesta de reforma política impulsada por el C. Presidente, responde al clamor de algunos que, faculta a los habitantes en su participación y corresponsabilidad en la toma de decisiones; dejando atrás el coto de poder que hoy siguen ostentando los partidos políticos.

Por otra parte, otorga características de decisión al Poder Ejecutivo que lo capacitan en el cumplimiento de su misión como responsable final del Estado Mexicano, generando un verdadero equilibrio entre los poderes que nos integran.

Sin embargo, los partidos políticos continúan manipulandonos, somos nosotros quienes cegados por nuestra ignorancia permitimos nuestra conducción, cual bestias de pastoreo. La posibilidad de interpretar signos no genera, por si misma, la capacidad de leer, comprender y razonar las ideas que se nos presentan.

La propuesta del Poder Ejecutivo, como todo aquello elaborado por el ser humano, es perfectible pero debemos ser las personas los corresponsables de su mejora, sin eludir el deber que tenemos con la nación de participar en las decisiones y acciones que requiere el país. Se nos ofrece un punto de partida, no la solución completa.

Es hoy que tenemos la posibilidad de impulsar a través de nuestras acciones un cambio real, dejando atrás la condición que nos han impuesto en referencia a la llegada de: un salvador, un Mesías, un caudillo o en cualquiera de sus acepciones una persona quien brinde, a través de un "poder sobrehumano", la redención de nuestra nación y por ello, nos "libre" de toda responsabilidad y riesgo. Sin embargo, olvidamos algo: El no hacer nada o no tomar acción, es una decisión por si misma.

La libertad, brinda tanto derechos, como obligaciones; nos brinda la posibilidad de tomar decisiones, pero así mismo nos expone a pagar los precios correspondientes a las mismas. Hoy seguimos siendo producto de nuestras indiferencias, con o sin razonamiento sobre la consecuencia de nuestros actos.

La propuesta que nos brinda el Poder Ejecutivo, ofrece al individuo fortalecer su presencia en las decisiones del estado, al igual que hacerlo igualmente responsable de las acciones, equilibrar la relación entre los poderes que lo conforman y combatir la concentración de poder que hemos permitido existan en las instituciones políticas (partidos políticos).

Debemos iniciar el cambio, reconociendo que el origen del mismo somos nosotros. Mexicano... ¡Reforma!... ¡Hoy!

domingo, 14 de febrero de 2010

Juárez, nunca fue, no es, ni será sinónimo de reforma


Llevamos años escuchando las tropelías que se realizan en todo el territorio asignado a los Estados Unidos Mexicanos; sin que hayamos, al día de hoy, desarrollado los mecanismos adecuados que le hagan frente. Individuos somos quienes conformamos la población aglomerada en cada una de las urbes de este espacio, quienes expuestos a nuestra propia barbarie sufrimos de su resultado.

Desde hace varios días: escucho, observo y doy lectura a expresiones que ponen a prueba la tolerancia ante la irresponsabilidad de los individuos. Percibo cómo se evocan los "Derechos Humanos" a través de enardecer la frustración, ignorando que esto se contrapone a lo que hoy buscan como "Justicia Social".

El caso de Ciudad Juárez, Chihuahua, ha acaparado desde tiempo atrás nuestra atención. Hoy el asesinato de varios jóvenes propició una turba. Misma que evade su responsabilidad ante los hechos. ¿Cómo es posible ignorar que el total de los responsables de estos actos son residentes de esa localidad? ¿Las familias ignoran las actividades y el comportamiento de la totalidad de sus miembros?

Estos individuos apelan a los Poderes de la Federación, sin responsabilizarse de sus actos, sin colaborar en el esclarecimiento de los hechos. Existe la solución que por simple es descalificada, que las familias cuiden, atiendan y vigilen a sus miembros. Que los individuos observen su entorno y denuncien todo acto sospechoso o delictivo a las autoridades; incluso el de sus propios familiares.

Frente a un conglomerado enfático con respecto a la descalificación y el descrédito mutuo, se hace necesario buscar un punto que rompa este momento de inercia. Generando empatía al sentimiento de frustración e impotencia del que somos presa y, encausando el mismo a ejecutar mecanismos que permitan generar una riqueza perdurable y que inicien la transformación del individuo en ciudadano.

Expresiones como @15x15 en TWITTER, junto con marchas que alteran la vialidad de nuestras ciudades, no son, capaces de construir la civilidad, conocimiento y responsabilidad que necesitamos.

Si nuestra voluntad es participar: Impulsemos un esfuerzo por fortalecer el sistema productivo mexicano. Si buscan apoyar al territorio de Ciudad Juárez, conozcamos cuales son las industrias instaladas ahí y organicemos una campaña para adquirir sus productos. Evitemos consumir productos provenientes de otros países, exijamos a los productores nacionales elevar su calidad a niveles competitivos internacionalmente.

Adquiriendo los productos elaborados en el territorio Mexicano, impulsamos nuestro propio desarrollo. Cooperemos pagando nuestras aportaciones al Estado, no adquiramos productos de procedencia ilícita, no brindemos dádivas y en general, evitemos todas las prácticas que sabemos nos son dañinas.

Espero sobre todo, que el sinsentido reclamo de hoy se traduzca en una participación activa en las urnas, consiente y responsable. Iniciemos nuestra propia transformación de individuos a ciudadanos orgullosos y amorosos de nuestro país.

viernes, 22 de enero de 2010

¡Aguas! Se nos va el agua...



De forma inequívoca habremos de admitir que el calificado como "líquido vital" es nuestro recurso menos valorado. Por todos es conocida la fundamental importancia que ésta tiene para mantener lo sustentable del planeta y de nuestro propio organismo... y aún así seguimos de forma consistente dañando los mantos acuíferos.

Cómo se nota que no hemos carecido de ella aún lo suficiente... bondadosa tierra que todo nos da. Valdría la pena preguntar a aquellos que diariamente deben cargar sobre sus hombros cubetas con el preciado líquido que pueden soportar sus espaldas... o vivir esperanzados por que lleguen aquellos que venden el litro como a precios inimaginables sin saber con certeza el momento en que habrán de regresar.

¿En que momento perdimos la conciencia del valor de la vida? Utopía para muchos y sin embargo, aspiración de todos. Le asignamos valor al petróleo, expresión de nuestro propio debacle. Este insumo del "avance tecnológico", en sí mismo es resultado de la descomposición de la vida y que la consume a su paso. "El oro negro", preocupados nos encontramos todos, sin reconocer que esta nunca ha sido nuestra mayor riqueza, hoy esta cuestionable fuente de riqueza se encuentra en el inicio de su debacle previo a su extinción.

Hoy invoco a la nación con el objeto de orientarnos a generar nuestra riqueza a partir de armonía y administración global, colocando nuestro quehacer científico, de innovación y desarrollo en la punta como una sociedad de cambio, superando nuestras diferencias individuales y fortalecer la cohesión como sociedad, por medio de la tolerancia.

Existen individuos para quienes la palabra: imposible, es parte cotidiana en su vida y, por otra parte, existimos otro gran número de personas que en cada espacio vemos una oportunidad.

Iniciemos haciendo un uso adecuado del agua en nuestros hogares, evitando juzgar a otros, siendo consientes del valor que tiene para la vida y a partir de esto atesorarla. Lavando los trastos, la ropa, sustituyendo regaderas y sanitarios

viernes, 15 de enero de 2010

El éxito del indivíduo


Pereciera que el llamado "éxito" fuera labrado a través del sufrimiento de otros.

Otros, aquéllos ajenos a nosotros. Las personas que no comparten, ni funcionan para nuestros propósitos, recursos prescindibles una vez que han cumplido su objeto de uso en nuestro beneficio. Al declararlo, resulta inaceptable: el concebir que las personas reconocemos el éxito del individuo, en aquél quien falto de conciencia, presumiblemente, obtiene sus beneficios a través de dañar a quienes le rodean. Por absurda que parezca esto es lo que atesoramos y transmitimos de generación en generación.

En el México del siglo XXI, quienes ostentan el poder de decisión son reconocidos como "líderes exitosos" en cada una de sus actividades. ¿Líderes? ¿Exitosos? Cuál título nobiliario ostentamos los títulos de "Presidente", "Secretario", "Director", "Gerente", etcétera. Seguros estamos que esa denominación nos brinda "poder" y faculta para someter a toda persona a nuestro rededor; actitud bajo el cobijo de la administración.

Los Empresarios y Directores Generales son administradores exitosos. Afirmación bastante alejada de la realidad, sería interesante conocer a una persona quien a través de la Ciencia Administrativa fuera capaz de dar cumplimiento a ella y debatir sobre la misma, esgrimiendo ideas y pensamientos, cuestionando lo escrito y aquello que en la práctica es "normal"; efímero sueño me parece; sin embargo, aquí estoy de pie.

Hoy frente a los resultados no reconozco a los administradores exitosos, aquellos líderes de cámaras, presidentes y orgullosos directores de empresas, sólo individuos que buscando ocultar su falta de capacidad, la justifican con acciones evasivas y en perjuicio de los otros. Votos habríamos de hacer por ser individualistas, aspecto sumamente alejado a ser cobardes y deshonestos; el reconocernos como individuos habrá de permitirnos conocernos y ubicarnos como miembros de diferentes grupos y determinar el impacto de nuestras acciones. No se nos pide más, sólo realizar lo que nos corresponde dentro de la comunidad a la que pertenecemos, conscientes de nuestras acciones, decisiones y los precios que habremos de afrontar por ellas.

Se dice que a través de la administración se delega autoridad y se comparte responsabilidad. Eso versan los autores clásicos. Hoy cuestiono esos argumentos.